Recuerdo bien la carrera porque puedo decir "yo estuve ahí"... Habíamos ido con mi viejo y estuvimos a punto de irnos antes. La carrera era una paliza de los chivos. De repente a pocas vueltas del final, empieza "la danza de los chivos rotos". Por una causa u otra los punteros comienzan a quedarse y el chueco Romero gana una carrera inolvidable, y le gana por media trompa a Fabián Acuña que había largado último.
Menos mal que no nos fuimos. Al finalizar la carrera corrimos hasta el podio y tuvimos que cruzar casi todo el circuito porque estabamos al final de la recta opuesta y recuerdo algo que me quedó grabado para toda la vida. Un nene que iba con su padre que tendría unos 10 años se arrodilló en la pista y llorando miraba al cielo y repetía... Gracias Dios!!!... Es una anecdota de las carreras que me quedará grabada para siempre...
